Se notaban la emoción y furtivas lágrimas en los rostros de los maduros hombres de la Generación 1959 al cantar el himno del colegio rodeados por sus compañeros, cónyuges, Rector, Old Boys y también los jóvenes Cuartos Medios que egresan este año. Recordaban aquellos lejanos tiempos en que se formaban en fila antes de entrar a clases para escuchar las palabras de Mr. Cave o Mr. William Perez con las novedades para el día. La estrofa: "For each noble aspiration, for the glory of our nation, stands our school Mackay", ahora cobraba su real significado.

La idea de reunirse en 2009 cuando se cumplieran 50 años de egreso del colegio, partió más de un año antes, cuando desde Alemania, el email de un nostálgico Kurt Ludewig, despertó el deseo colectivo de reencontrarse con aquellos amigos, partícipes de tantas anécdotas e inolvidables vivencias de una lejana juventud. La planificación para una celebración se inició en Viña del Mar, entre dos compañeros conversando y rememorando viejos tiempos. Eso significó una larga búsqueda hasta dar con teléfonos y direcciones electrónicas para invitarlos a reunirse en la fecha acordada: 16 de octubre de 2009. Tristeza al constatar que tres compañeros ya no estaban en este mundo. Con sincero aprecio contactaron a sus familiares para conocer detalles de sus vidas y hacerles llegar los recuerdos de la ocasión.

Quedó en claro que la celebración debía iniciarse con una ceremonia en el colegio y debía ser solemne y significativa, que motivara a otras generaciones para reunirse conmemorando sus 50 años de egreso del colegio que los formó. Después de todo, cumplir medio siglo merece una celebración especial.

La formación de un comité organizador, un Sitio Web de acceso restringido a los compañeros de curso, cientos de emails y, finalmente, viajes a Reñaca para reunirse con el Rector Mr. Ernesto O’Reilly y contarle los planes de reunirse en el colegio para dejar una placa conmemorativa, fueron parte de las actividades. Fue una muy agradable sorpresa constatar que contaban con el irrestricto apoyo y entusiasmo del Rector y también de la Directiva de los Old Boys para cumplir esos deseos. Mr O’Reilly generosamente designó una gran pared en la entrada de las oficinas para que las futuras generaciones también fueran ubicando sus placas al cumplir 50 años de egreso, iniciando una tradición, y contribuyendo a testimoniar el linaje de la institución.

Paralelamente, un entusiasta Kurt Ludewig, en su residencia en Alemania, trabajaba en la edición de un Photobook con una página para cada uno con fotografías antiguas y actuales, relatos de su vida y las fotos de las actividades de conmemoración. Copias del Photobook se harán llegar a los familiares de los Q.E.P.D. Desde Inglaterra, Juan Esteban Grinstein coordinaba con un camarógrafo la grabación de un video de la ceremonia. El gran evento quedaría debidamente registrado.

La ceremonia se realizó como fue planificada. Hablaron el Rector Mr. O’Reilly, Mr. Miguel Trespalacios en representación de los Old Boys, Mr. Peter Fleming, el Head Prefect de la generación 1959 y también Allan Hardy, Head Boy de la promoción que egresa este año y que, en 50 años más, si Dios lo permite, estaría dirigiéndose a sus compañeros, autoridades y a una nueva generación de jóvenes mackayinos en su año de egreso.

Después de los discursos y el descubrimiento de la Placa, el Rector, con legítimo orgullo, invitó a un recorrido por el colegio. El recuerdo de las instalaciones en que estudiaron en el edificio de Los Castaños fue un tremendo contraste con los modernos laboratorios, biblioteca, salas de arte, de computadores (en sus tiempos de estudiante sólo oían hablar del ENIAC y de tarjetas perforadas) casino con una vista espectacular, salas de clase y canchas para el deporte. Al regreso, un abundante cocktail marcó el final de la primera actividad de la celebración.

La directiva de los Old Boys también se hizo parte entusiasta entregando un galvano, personalizado a cada uno e invitando a una sorpresiva "ceremonia secreta" que culminó las actividades formales en el colegio. Si se narrara, dejaría de ser secreta, por lo que los curiosos tendrán que esperar cumplir sus 50 años de egreso para conocerla.

Esa noche, un grupo de los hombres se reunió sin sus cónyuges a cenar en un restaurante en Concón para contar desinhibidas anécdotas de los viejos tiempos y ponerse al día de las actividades de cada uno. Los que vinieron de sus lejanos países de residencia volvieron a disfrutar de nuestros incomparables frutos del mar.

Al día siguiente se realizó un asado en la parcela de John Black, rebosante de entusiasmo, en Curacaví acompañados de cónyuges. Corderito a la leña al más puro estilo magallánico, empanadas, abundantes bebestibles, pero, por sobre todo muestras de sincera amistad dada por tantos años de vivencias comunes.

El tiempo se hizo corto para conversar sobre lo que habían sido sus vidas. Ejecutivos, empresarios, ingenieros, marinos de alta mar, docentes, piloto comercial, médico innovador, psicólogo, todos recordando, narrando sus experiencias. No faltó la guitarra para que "mono" Rodríguez y John Black cantaran canciones de la época de estudiante.

La generación del 1959 deja así una vara alta para los que vienen… "Voices from the past implore us, Keep your standard high!"…

Jaime Ávalos A.

November 2009